KYC (Know your client/customer o conozca a su cliente) es un procedimiento obligatorio de verificación de clientes (personas físicas y jurídicas), que incluye el proceso de su selección e identificación con el fin de establecer transacciones financieras seguras y el cumplimiento de la práctica legal.
¿Para qué sirve KYC?
- Ayuda a prevenir el blanqueo de capitales (vinculado a la lucha contra el blanqueo de capitales), la financiación del terrorismo y la evasión fiscal;
- Aumenta la transparencia de las transacciones financieras;
- Protege a la empresa de trabajar con defraudadores;
- Permite restringir a los menores o a los jugadores de las regiones en las que el operador no tiene derecho a trabajar;
- Mantiene sus fondos seguros y los protege de pérdidas o robos por parte de intrusos.
En qué consiste el procedimiento KYC
Por regla general, el procedimiento KYC consta de tres partes:
- Identificación. En esta fase, la empresa recopila la información necesaria sobre un cliente y, posteriormente, comprueba su veracidad.
- Inspección de 360º. En algunos casos, si el cliente parece sospechoso o el importe de la transacción es lo suficientemente grande, la empresa puede solicitar información adicional sobre el cliente.
- Supervisión periódica. Incluye la verificación periódica de los datos facilitados por el cliente.
¿Cómo verificar a un cliente?
No existe una lista específica de documentos que un cliente debe proporcionar como parte del procedimiento “KYC”. La empresa determina la lista en función del tipo de cliente y de sus antecedentes financieros.
En la mayoría de los casos, el paquete de documentos necesarios para el procedimiento “KYC” incluye
a) Nombre y apellidos;
b) Fecha de nacimiento;
c) Correo electrónico;
d) Número de teléfono;
e) País y dirección de residencia (a veces con una prueba documental o con un código en una carta enviada a esta dirección);
f) Documento de identidad (pasaporte, permiso de conducir o cualquier otro documento de identidad).